Zumo de jengibre: el refresco senegalés más energizante
Mohamed Soukouna, de Dakar, nos revela los secretos de la planta de la India
Es verano y hay 38 grados a la sombra. Ni un alma por la calle. Nadie se atreve a salir y mucho menos a levantarse del sofá. Sin embargo, la fórmula para colmarse de energía no es tan secreta como la de la Coca-cola: la clave es el zumo de jengibre. Conocido por sus virtudes afrodisíacas, tónicas y estimulantes, esta planta de la India se usa además en Senegal para las náuseas y mareos, así como para el tratamiento de trastornos digestivos.
También es anti-todo-esto (tome aliento): antioxidante, antiespasmódico, antitusígeno (controla la tos), antiemético (evita los vómitos), antiséptico (reduce dolores reumáticos, musculares, respiratorios y migrañas), antiinflamatorio, anti cancerígeno (según investigaciones recientes) y, ya puede soltar el aire, carminativo (expulsa los gases). Ahuyenta la fatiga al insuflar energía pero también disipa el nerviosismo al relajarnos: ¡que tiemble el Red Bull! Este zumo de jengibre es tan poderoso como un valium con cafeína.
Esta planta “aromática y de sabor acre y picante como el de la pimienta”, según la describe el Diccionario de la Real Academia, actúa como tonificante físico, psíquico y hasta sexual: físico al facilitar el tracto digestivo y reducir los niveles de colesterol en la sangre; psíquico al considerarse en algunas culturas un antídoto (de nuevo el anti-todo) contra la depresión y sexual al ser usado popularmente como viagra natural en algunos países. Así, en la India, se dice que la mezcla de jengibre, miel y huevos tomada durante un mes, por las noches, potencia la virilidad y trata los problemas de impotencia. ¿Verdad o leyenda? Lo que sí parece claro es que activa el sistema inmunológico, siendo utilizado en forma de infusión caliente para inducir la sudoración y el calor en caso de enfriamiento.
Una especie de especia
Ampliamente usado en la cocina tradicional india, está presente en toda la gastronomía asiática. También se utiliza en Occidente en la fabricación de cerveza de jengibre y para la elaboración de postres como el famoso pan de jengibre. Fue llamado por los comerciantes árabes “zenj”, vocablo que designa a los habitantes de la costa oeste de África y de donde procede el nombre de “jinger”, el que usan los senegaleses. Allí suelen tomarlo muy fresco y a cualquier hora del día, a veces mezclado con bissap (Ibisco) o piña.