El domingo 26 es el último día para ver esta obra basada en “Pedro y el capitán”, del uruguayo Mario Benedetti
Si “Madre coraje” de Brecht es el alegato teatral contra la guerra por excelencia, “Pedro y el capitán” de Benedetti lo es contra la tortura. El próximo domingo 26 es el último día para disfrutar de “Aurora y el capitán” en La Usina, versión libre de la obra del uruguayo que, como novedad, sitúa a una mujer en el escenario. La torturada es Aurora, alias Beatriz, que nos recuerda a Paulina Escobar, el genial personaje interpretado por Sigourney Weaver en “La muerte y la doncella”. Ambas, como diría el coronel, alias el capitán, son dos historias que tratan el tema de la tortura desde todos sus ángulos y aristas. Porque, ¿acaso usted, lector, pensó alguna vez en cómo un hombre se convierte en un torturador? ¿Qué le hace elegir ser el “interrogador persuasivo” en lugar del verdugo? ¿Es mejor ser lo primero que lo segundo?
Ir psicológicamente preparado
Sobre las fases de la tortura, las técnicas por países, los diferentes profesionales implicados –desde taquígrafos para copiar las confesiones hasta doctores para delimitar los umbrales de sufrimiento humano– y los progresos diarios en tal cuestión –por obsceno que esto parezca– habla “Aurora y el capitán”, una obra a base de diálogos para la que hay que ir psicológicamente preparado, pues la resistencia pasiva de la protagonista se equipara a la resistencia voyerista del espectador.
Entre los torturados, ¿hay buenos y malos? ¿El torturado puede torturar también desde su superioridad ética? ¿Delatar a un compañero o revelar información cuando un cuerpo está técnicamente reventado puede ser algo reprochable? Hay muchas preguntas detrás de un texto universal en el que el “nosotros” y el “vosotros”, como en la oscarizada “En tierra de nadie” o el reciente montaje de “Masked” en la Guindalera, termina convirtiéndose en un absurdo, un conflicto enquistado en el que los objetivos –la paz, la justicia, la igualdad– se vulneran con cada picana empleada en la tortura, con cada descarga eléctrica, cada ojo por ojo y diente por diente…
¿Dónde? La Usina (C/Palos de la Frontera, 4). Metro y Renfe: Embajadores. 91 468 4754 y 670 580 570. [email protected]
¿Cuándo? Domingo 26 a las 20:30h.
¿Cuánto? 13 euros.